Si has pasado tiempo en el agua en sesiones de mar de fondo con periodos largos (12, 14, 16 segundos o más), seguro que lo has vivido: todo parece bajo control, las olas llegan espaciadas, el pico parece ordenado… hasta que, de repente, entra un set mucho más grande de lo esperado y la mayoría queda atrapada en la zona de impacto.
¿Por qué pasa esto?
Los periodos largos significan que la energía viaja desde muy lejos, normalmente de mar abierto y tormentas a cientos o miles de kilómetros. Esta energía llega en trenes de olas: unas más pequeñas que anuncian la serie, y otras más potentes que cierran el set.
Lo que sorprende es que entre serie y serie suele haber mucho tiempo de calma, lo que invita a los surfistas a relajarse, a remar hacia el inside o incluso a bajar la guardia.
Pero esa calma es engañosa. Cuando llega el set grande, la masa de agua que mueve es muy superior a la de un mar de viento o un swell de periodo corto. Y si no estás bien colocado, toca comerse espuma y remar como si no hubiera mañana.
Cómo anticipar esos sets
- Observa desde fuera antes de entrar: contar cuántos minutos pasan entre sets ayuda a no confiarse.
- Detecta la diferencia de tamaño: en periodos largos, siempre hay olas claramente más grandes que el resto.
- Lee el horizonte: muchas veces el set grande se anuncia con una línea oscura en el mar, mucho antes de que rompa.
- No te confíes en el inside: la calma puede durar varios minutos, pero el momento en que vuelve la serie es cuando más expuesto estás.
Lo que se aprende de estos baños
Un set sorpresa no es solo un golpe de humildad. Te enseña:
- A respetar la fuerza del océano.
- A mejorar tu colocación y lectura del mar.
- A entrenar la capacidad de reacción y resistencia bajo presión.
Al final, esos momentos son los que hacen crecer a cualquier surfista: te recuerdan que el mar siempre tiene la última palabra.
